miércoles, 21 de noviembre de 2012

No las olvidemos

Sonrisas renacen entre risas. Las hay alegres ,malvadas , sinceras, falsas , irónicas, con dientes y sin ellos también.
Algunas muerden tan ferozmente que lastiman. Otras aparecen en momentos inoportunos y lo hacen quedar a uno como un desubicado ; es ahí cuando nos volvemos chiquititos y vulnerables , con los cachetes colorados y las manos sudorosas.
Yo suelo tener esa risa , la risa inoportuna. Debería modificar eso tal vez , tal vez no. No sé , a veces con esas risas que parecen desubicadas logro sacarle una sonrisa a alguien. Y digo "logro" porque no hay mayor satisfacción que sonrían gracias a uno.
¿No es maravilloso el poder de la sonrisa? Yo creo y me convenzo cada vez más de que es la mejor cura a todas las cosas de la vida.
Si nos ponemos a observar , usualmente la gente está metida en su gran mundo de conflictos , inundada de la acidez que le genera el malestar emocional , sofocada por el desgaste que le provoca el estar encerrado ocho horas con una computadora frente a sus ojos , y no se da cuenta del undo de sonrisas que le espera para empacharlos de alegría y borrar de sus mentes, aunque sea por un rato , el sabor amargo de los problemas cotidianos.
Si nos ponemos a ver por un instante los rostros de las personas, notaremos que algunos poseen unas sonrisas que dicen más de mil palabras , de esas que te llenan el alma y que sin hacer gesto alguno logran acariciar y apaciguar cada dolor. Pero bien sabemos que como existen esas sonrisas , también existen las olvidadas. Olvidadas en un banco , olvidadas en el subte , olvidadas en un golpe , olvidadas en la vida.
Adentro de nosotros siempre hay una. Invitémosla a salir , saquémosla a pasear , aunque sea un ratito todos los días.
Recordemos que ellas no poseen rencor , pero sí le tienen miedo al olvido eterno.

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